viernes, 28 de mayo de 2010

BICENTENARIO

Creo, como aspecto fundamental, que nuestro país arriba al Bicentenario, alcanzando el fortalecimiento del sistema democrático, que asegura como nunca las libertades individuales. Esto, no es el logro de un solo partido político, sino de la construcción del conjunto de la ciudadanía.

A diferencia de lo que fue el Centenario de nuestra Patria, signada por la crisis económica, la conflictividad social y la represión, donde tanto las organizaciones obreras, como las sociales, eran perseguidas y silenciadas, y donde los festejos fueron sólo de un minúsculo sector privilegiado de la población, hoy sí, podemos decir que es un festejo de la ciudadanía. Un festejo por el respeto de los órganos de la democracia y por una política tenaz de inclusión social.

Y es un festejo también, por una política internacional que nos permite volver a soñar con la Patria Grande, y la construcción de un modelo de unidad, que no sólo se traduce en acuerdos económicos, sino que encara la integridad en la equidad social, cultural y política, en la cual Argentina cumple un rol preponderante, y donde debemos sentirnos orgullosos de que nuestra Presidenta de la Nación, presida el MERCOSUR y el Presidente de nuestro partido sea el Secretario de la UNASUR. Si a esto le sumamos, que todos los presidentes de los principales bancos del Mundo, incluídos Estados Unidos y Canadá, se reunieron, por primera vez en Buenos Aires, fuera de Estados Unidos, con la Presidenta del Banco Central de la República Argentina, para delinear políticas monetarias, es indudable que nuestro país nunca fue, internacionalmente, tan respetado.

Sin lugar a dudas, por más que estemos conformes de lo logrado, sabemos que es mucho lo que falta por hacer, y en este sentido, hay dos aspectos fundamentales que van de la mano: primero, una mejor distribución del ingreso que conlleve a una recuperación de la clase media, y segundo, la profundización de un modelo productivo industrial ,con valor agregado, basado en la industria nacional.

Creo que Tres Arroyos ha tenido un antes y un después, a partir de las obras públicas impulsadas por el gobierno nacional y el gobierno provincial, y de lo que esto significa. Esta articulación que se dio entre los gobiernos nacional, provincial y municipal nos ha llevado a una mejor calidad de vida para el distrito. Pienso a mi ciudad con un destino signado por un futuro de pujanza, basado en una fuerte producción industrial, aliada a la producción agropecuaria. Para esto, necesitamos no sólo las ventajas comparativas que tiene nuestro suelo, sino también, facilitar la jerarquización de los recursos humanos pertinentes. Por eso es que debemos fortalecer las escuelas de formación técnica, las escuelas agropecuarias, y transformar el CRESTA en universidad, con un perfil fundamentalmente agropecuario. Los jóvenes de la zona deben tener la posibilidad de encontrar su futuro en nuestra propia región.

Otro tema es facilitar la justicia al pueblo tresarroyense, tratando de lograr la apertura de los Juzgados correspondientes.

Desde mi lugar, a su vez, estoy impulsando leyes que beneficien a las PYMES. Ejemplos concretos son: a favor de las farmacias, para frenar a los laboratorios y sus pretendidas cadenas; a favor del comercio de las ciudades del interior, regulando a La Salada y Saladitas; a favor de la pesca artesanal, para frenar a los grandes grupos económicos pesqueros y proteger el recurso; a favor de la ley de grandes superficies comerciales, para que se cumpla; en beneficio de los propietarios de estaciones de servicios, para que no sean absorbidos por las petroleras; a favor de los trabajadores para obtener el descanso dominical; a favor de los trabajadores del Estado, para que puedan particionar sus vacaciones; en beneficio de los pequeños y medianos productores agropecuarios, impulsando su desendeudamiento a través del convenio del Banco de la Nación con la Provincia de Buenos Aires. En conclusión, a favor de lograr la ansiada recuperación de la clase media, como se puede comprobar a través de los proyectos presentados y/o impulsados.

No me caben dudas, por último, que lo más importante es haber podido integrar un equipo de trabajo, encabezado por el diputado nacional Kuto Moreno, cuyo objetivo es articular los distintos niveles de gobierno en pos de un futuro mejor para la región y para la profundización de un modelo económico equitativo, de integración y soberano.

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